jueves, 5 de julio de 2012

EL UNIVERSAL [Historias de Reportero]: En Los Pinos acordaron no expulsar a Fox (Pág. 7)


Carlos Loret de Mola

Ni siquiera fue la escalinata principal de Los Pinos el escenario para la foto de la cúpula panista que acudió con el presidente Felipe Calderón tras la derrota del domingo. Para la gráfica que apareció en primeras planas de varios periódicos, se acomodaron en la escalera de atrás, de la residencia Lázaro Cárdenas, que el sexenio pasado usó Martha Sahagún de Fox como oficina central.
La foto es para rescatar toda suerte de mensajes políticos: Calderón al centro en primera fila, flanqueándolo la candidata Josefina Vázquez Mota y el dirigente nacional Gustavo Madero; el secretario Alejandro Poiré, el ex secretario Ernesto Cordero y El Jefe Diego Fernández de Cevallos, también hasta adelante; sonrientes gobernadores y ex gobernadores del grupo conservador El Yunque, como Juan Manuel Oliva, Marco Antonio Adame, Emilio González Márquez y Alberto Cárdenas; en medio del grupo, el ex dirigente Germán Martínez y el ideólogo don Luis H. Álvarez; en la última fila, en la esquina, el único sin sonrisa, Roberto Gil, el coordinador de la campaña.
Cuentan algunos de quienes estuvieron ahí que la mayor parte del tiempo de la reunión fue empleado en apapachar a Josefina, vapuleada anímica y políticamente tras obtener el 25% de los votos y llevar al partido en el poder al tercer lugar. Algo de arrepentimiento quizá habrá entre los asistentes a la cita porque no se vio el músculo panista ni hubo el apoyo que la candidata esperaba.
Los que quisieron tomaron la palabra. Todos fueron generosos en el discurso con la candidata. Luego vino la justificación de Gustavo Madero, quien a diferencia de Germán Martínez en 2009, cuando el PAN tuvo un descalabro electoral, no sólo no puso su renuncia sobre la mesa sino que defendió que lo mejor era quedarse. Justificó la derrota culpando marcadamente a las televisoras. En la reunión no se definió que dejara la dirigencia nacional blanquiazul. Lo mejor, lo más jugoso, llegó después, cuando entre los miembros de la cúpula panista salió al tema el apoyo del ex presidente Vicente Fox —no fue convocado antier a Los Pinos— al candidato priísta Enrique Peña Nieto.
“¡No se merece ni el proceso de expulsión!”, exclamó con su habitual vehemencia el llamado Jefe Diego Fernández de Cevallos, ante la duda sobre si debería ser inhabilitado definitivamente del PAN, como le sucedió al ex dirigente Manuel Espino, quien terminó sumado a la campaña del priísta mexiquense.
No hubo ni una sola voz que defendiera o pidiera comprensión al ex presidente panista. No hubo, pues, ni un solo “amigo de Fox”. El acuerdo fue desdeñar a Fox, no iniciar un proceso interno en su contra ni expulsarlo formalmente, sino aplicarle una especie de expulsión de facto.
¿Quién se va a quedar con el PAN? ¿Los calderonistas con Margarita Zavala a la cabeza? ¿Josefina, que dio la pelea? ¿El Yunque? ¿Fox? ¿Creel? ¿Alguna mezcla de todos? Veremos.

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