Los gobernadores de Nuevo León y Tamaulipas están en la mira de
Enrique Peña Nieto. Ello, porque tanto Rodrigo Medina como Egidio Torre
Cantú entregaron malas cuentas en la elección presidencial. Y según
pronosticaban algunos priistas desde ahora, en cuanto Peña tome posesión
(están absolutamente seguros de que así será) tendrán los días
contados.
“Que nos haya ganado Josefina (Vázquez Mota) en esos estados ¡es el
colmo!”, soltó indignado uno de los contertulios. Alrededor de siete
puntos de diferencia a favor de la panista mostraban los resultados del
PREP: 6.76 en Nuevo León y 7.61 en Tamaulipas, para ser exactos.
De Medina decían que era “un hombre de plástico hecho por Televisa y
por Natividad (González Parás)”, que “no se aplicó” en la elección y le
confió todo al coordinador de campaña de Peña, Javier Treviño Cantú,
quien no sirve para la política activa sino para ser cónsul o embajador
en el mejor de los casos. Mencionaban también que en el PRI estatal
pusieron a Sergio Alanís, el ex alcalde de Allende, “y al que el
gobernador le ha vendido el alma”.
En cuanto a la derrota peñista en Tamaulipas, unos le echaban la
culpa a los ex gobernadores Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, pero
otros sostenían que la elección “estaba perdida desde antes” de que
salieran a relucir esos casos. Achacaban más bien la pérdida de votos en
ese estado al aumento de la violencia y a la “visión nobel del
gobernador”, que será “un gran contratista pero no sabe de política”.
Según los priistas que ahí charlaban, Peña Nieto aplicará la misma
receta que Carlos Salinas de Gortari en su momento: echar afuera a
algunos de los gobernadores donde perdió la elección. Y si a esas vamos
-aunque ellos no lo mencionaron-, el veracruzano Javier Duarte también
estaría en la cuerda floja pues ahí la diferencia de votos fue de apenas
0.2 décimas a favor.
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LA GUERRA POR EL PAN.- Cuentan que antier, durante la comida de
los panistas en Los Pinos, no se puso sobre la mesa, de manera
explícita, la renuncia de Gustavo Madero. Pero “digamos que apareció el
tema, si tomas en cuenta que se dijo que había que revisar todo”, nos
dijo uno de los asistentes al encuentro, no sin advertir que se pidió
“no señalar culpables, ni comenzar con linchamientos”.
Según nuestras fuentes, el dirigente nacional del PAN no sólo no
piensa renunciar sino que está trabajando con los consejeros para que
apoyen su permanencia en el Consejo Nacional previsto para el 11 de
agosto próximo. Su argumento, y de aquellos que lo apoyan, es evitar que
Felipe Calderón se haga de las riendas de Acción Nacional.
Esta acción nos recuerda lo sucedido con el PRI cuando perdió la
Presidencia de la República y los priistas se alzaron en contra de
Ernesto Zedillo. Ellos aguardaron hasta la salida del mandatario para
hacer sus propios cambios en el partido. Y por lo que nos cuentan,
parece que los panistas quieren hacer lo mismo. Pero por lo pronto, el
próximo lunes habrá reunión del CEN del PAN para evaluar los resultados
de la elección.
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JOSEFINA CAMBIARÁ EL TONO.- Muchas opiniones ha
recibido Vázquez Mota sobre su actuar el domingo pasado. Ha recibido
reclamos por lo apresurado de su salida para reconocer su derrota y le
han pedido que no desilusione a quienes votaron por ella y que no salga
con que la elección fue limpia.
Por ello, nos anuncian, la candidata azul cambiará el tono de su
discurso. Hoy a medio día ha convocado a una conferencia de prensa en la
que fue su casa de campaña. Veremos si, efectivamente, cambia el tono o
si pesan más los apapachos que recibió el lunes en Los Pinos.
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GEMAS: Regalito de Roberto Gil Zuarth dirigido a Vicente Fox: “Para
nosotros (Fox) está fuera. Él mismo se fue con otro partido político y
es innecesario un proceso para confirmar lo que él decidió: se fue con
el PRI, se fue con Enrique Peña Nieto y esperamos que ahí encuentre
motivos espirituales para el trabajo político”.
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