EXCÉLSIOR [Ventana]: Elección
envenenada (Pág. 6)
José Cárdenas
Si el Tribunal Electoral lo ordena, el PRI aceptará el recuento
total de la elección presidencial. Lo que sea necesario, dentro de la ley, para
darle certeza y transparencia al proceso… y confirmar el triunfo de Enrique
Peña Nieto, claro.
Si persiste la inconformidad de Andrés Manuel López Obrador por el
resultado del “conteo distrital” —con todo y la apertura de la mitad de las
urnas presidenciales—, el PRI “allanará” el camino para recontar la otra mitad,
anuncia su líder, Pedro Joaquín Coldwell.
Para revertir el resultado de la elección, López Obrador
necesitaba 42 votos en cada una de las 78 mil urnas revisadas. No hubo milagro
ni sorpresa.
Sin embargo… el Movimiento Progresista marca la agenda… alega que
un acto de Estado no se resuelve con un ejercicio de contabilidad.
Ahora el proceso llega al Tribunal Electoral, que sentenciará la
elección a más tardar el 5 de septiembre. La ley lo faculta para recontar todas
las urnas… si algún contendiente impugna el proceso.
Venga, pues, la impugnación.
–¿En esa “mesa”, Andrés Manuel podría ganar lo que perdió en la
votación?
Con la ley en la mano, presume que sí… esa es su apuesta.
El coordinador de la campaña del pejista, Ricardo Monreal,
defiende a su candidato: “Nadie nos puede satanizar ni nos puede cuestionar por
ejercer los derechos que establece la ley”. Aclara que el reclamo no significa
faltarle el respeto al medio millón de ciudadanos que contó voto por voto: “…si
la ley te permite inconformarte con una resolución en contra tuya, tienes el
derecho de acudir a las instancias superiores y eso no viola el Pacto de
Civilidad”.
Entre los ciudadanos espectadores prevalecen la inquietud y el
miedo de que los inconformes con el resultado electoral vuelvan a tomar las
calles o realicen un plantón como el de hace seis años.
“No se preocupen”… es el mensaje que manda la gente de Andrés
Manuel… “no vamos a ofender a la gente, pero vamos a demostrar que el PRI gastó
miles de millones de pesos violando la ley… que hubo una compra desmedida de
votos... estamos luchando para aclarar la verdad, jurídica y legal, de lo que
pasó en la elección”… y promete: “Actuaremos con dignidad y firmeza (…) y
acataremos al fallo de una elección envenenada”.
El Tribunal Electoral tiene la última palabra.
MONJE LOCO: La situación del presidente Calderón no puede ser
peor. Le esperan cinco meses, largos, en los cuales le caerá encima la
culpabilidad de haber recibido un partido triunfante y haber entregado un PAN
desorganizado, con figuras de tan notoria mediocridad como Gustavo Madero, que
hundieron al partido gobernante en el tercer lugar… y con un declive histórico
tal como no lo soñaron ni sus peores enemigos.
Por si eso fuera poco, todavía le queda pendiente operar la expulsión de
Vicente Fox, resolver la transición y buscar dónde queda la puerta trasera para
salir y esperar, pacientemente, el juicio de la historia, mientras de sus manos
se desprende de la banda presidencial para colocarla en el pecho de un
adversario. Toda una pesadilla. PUNTO Y APARTE: –¿Por qué ninguno de sus
antiguos subordinados en el gabinete ha defendido a Vicente Fox? –¿Por qué
ninguno ha tenido una expresión siquiera de amistad?
EXCÉLSIOR [Razones]: ¿Y
ahora qué? (Pág. 14)
Jorge Fernández Menéndez
Terminado el recuento distrital, incluido el “voto por voto” en la
mitad de las casillas del país, el resultado electoral del domingo no se movió
ni un ápice. La ventaja de Peña Nieto sobre López Obrador sigue siendo de siete
puntos (paradójicamente, se abrió unas centésimas), el equilibrio en el
Congreso es el que reflejaron las casillas desde el domingo y sólo queda la
entrega de las constancias de mayoría y, deberíamos esperar, ahora sí, que
López Obrador se sume a los que simplemente, les guste o no, reconocen el
resultado electoral.
No lo hará y ya tiene, en algo que se sigue llamando movimiento
132 pero que no es el movimiento 132 que nació en la Ibero hace ya varias
semanas, a sus operadores, a sus grupos de manifestantes que, unidos con un SME
(al que alguna vez el gobierno federal tendrá que explicar por qué le regresó
los fondos que tenía congelados) a los grupos que presionen en el margen de la
legalidad para tratar de mantener un curso de inestabilidad. Las
injustificables agresiones a Leonardo Valdés a las puertas del IFE y la dizque
asamblea del 132 en la UNAM, donde con menos de un tercio de sus representantes
originales, decidieron “desconocer” el futuro gobierno de Peña Nieto, son el
reflejo de esa estrategia que parece condenada al fracaso por la sencilla razón
de que no tiene eco entre la sociedad.
Con ellos o sin ellos, Peña Nieto tiene que decidir qué curso
tomará. Su verdadero desafío no son esos grupos, sino asumir que ganó la
elección con poco más de 38 por ciento de los votos, lo que quiere decir,
verdad de Perogrullo, pero que muchos políticos al llegar al poder no terminan
de asumir, que 62 por ciento de la población, prácticamente dos tercios, no
votó por él. La pregunta entonces es cómo gobernar y con quiénes: y la
respuesta pasa por el Congreso y quizás, más tarde, por la integración del
gabinete.
No sé si es positivo tener durante agosto, como se ha planteado,
un periodo extraordinario en el Congreso de la Unión para sacar adelante
algunas iniciativas. Si se concreta, tendría que ser entendido como una señal a
futuro. En ese periodo extraordinario, quizás se podrían sacar algunas
iniciativas regresadas por algunas fallas metodológicas, como la ley de
víctimas y hasta se podría rescatar la iniciativa, que allí está, presentada
por el PRI para la reforma laboral, que tiene el apoyo del PAN. Hacerlo en
agosto, con la Legislatura saliente, podría tener algunos beneficios pero
también podría reavivar la contienda postelectoral. En todo caso, lo
determinante sería que Peña Nieto tuviera ya para esas fechas la declaratoria
de validez de las elecciones, que legalmente se puede alargar hasta los
primeros días de septiembre. No creo que el lopezobradorismo, si puede, se lo
permita.
Por eso lo importante es qué se hará a partir del primero de septiembre
en la nueva Legislatura. Para esa fecha se tendrá que tener definida una
estrategia a futuro para consensuar una mayoría legislativa que nos permita
superar los 15 años de parálisis en el Congreso, una parálisis marcada por una
serie de actos de mezquindad que el país y la sociedad no se merecen.
El PRI tendrá aproximadamente, junto con el Verde, 237 diputados y
60 senadores. No puede solo. Nueva Alianza, que será un aliado potencial en
muchos capítulos, tendrá máximo diez diputados y una senadora (Mónica Arriola,
la hija de Elba Esther y secretaria general de ese partido). Tampoco le
alcanzará. Tiene que buscar votos del PAN y/o del PRD. En ocasiones se puede
recurrir a vías muy pragmáticas para lograr esas mayorías, pero lo deseable,
considerando que en las reformas que vienen se tendrán que efectuar cambios
constitucionales, es que se pueda plantear una mayoría legislativa estable con
una agenda de compromisos mutuos. La última (y única) vez que vimos algo
similar fue entre 1991 y 1993, cuando salieron adelante muchas de las
principales reformas estructurales, políticas, sociales y económicas que el
país ha conocido en dos décadas. Entonces se hizo con un acuerdo entre el PRI y
el PAN. No veo por qué no podría repetirse, incluso con toda una corriente del
perredismo que ganó mucho en estos comicios y que está harta de los desplantes
y la radicalización del lopezobradorismo. En aquella ocasión ganaron todos: el
gobierno sacó adelante su agenda legislativa y los cambios que el país
reclamaba y avanzó electoralmente; el PAN por primera vez accedió a posiciones
reales de poder y se fortaleció como fuerza política (en los hechos sentó las
bases sobre las cuales llegó al poder seis años después) y se vivió, hasta el
levantamiento zapatista y el asesinato de Colosio, un corto periodo de
expectativas como no se había vivido en el país desde hacía décadas.
No hay otro camino. Cualquier otra opción es regresar a la lucha
partidaria cuerpo a cuerpo y dilapidar una oportunidad que está mucho más al
alcance de la mano de lo que la mayoría cree.
EXCÉLSIOR [Arsenal]: Monsieur
Fox (Pág. 4)
Francisco Garfias
Vicente Fox sigue en París, muy quitado de la pena. No parece
preocuparle mucho que lo expulsen del PAN. Ya ganó su candidato. Ya saludó su
triunfo. Algo obtendrá por el cambio de chaqueta. Por lo pronto, en la
hermosísima Ciudad Luz celebra sus 11 años de matrimonio con Marta Sahagún.
El ex presidente dejó grabado un video en el que alega que no por
militar en un partido debe perder su libertad de expresión. “Por encima de la
disciplina partidaria está esa libertad”, dice en el videocomunicado que dio a
conocer ayer el Centro Fox.
“Defiendo la libertad de expresar mis ideas como uno de los bienes
más preciados no sólo para mí, sino para todos mis compatriotas… Un legado de
mi gobierno es el ensanchamiento de las libertades en un marco general de
crecimiento económico”, presume el polémico guanajuatense.
A propósito del tema. El panista Óscar Arce, presidente de la Mesa
Directiva de la Cámara de Diputados, cuenta que las manifestaciones de apoyo a
su iniciativa de expulsar a Fox del PAN
se han multiplicado.
Senadores y diputados se solidarizan con la solicitud. Los
panistas “de a pie” le escriben correos para felicitarlo. Se ofrecen para
juntar firmas “a nivel nacional” para echarlo del partido.
El agravio es monumental. Lo quieren fuera del partido. Expulsado
formalmente. Nada de que “ya se expulsó solo” y se ahorró el proceso por
traición. La cúpula no puede hacer oídos sordos a la solicitud, con el
argumento de que hay asuntos más urgentes que atender.
Arce destaca: “Fox tiene a salvo todos sus derechos. Puede llegar
a una sesión del Consejo Nacional y votar. Hay que meter orden, de lo contrario
todo mundo hará lo que se le da la gana. Si no me hacen caso, voy a insistir”.
El Movimiento 132, nacido en la Ibero, ya fue confiscado por los
más radicales. No hay duda. Su próxima asamblea es en San Salvador Atenco,
lugar que han convertido en emblema del antipeñismo. Está convocada para 14 y
15 de julio próximos. Lo establece el resolutivo de la maratónica reunión —unas
12 horas— que sus dirigentes sostuvieron el pasado miércoles en la Facultad de
Ciencias de la UNAM.
La fecha de la Asamblea coincide con los resultados de los
exámenes de admisión en la UNAM. Sólo serán aceptados 16 mil de 160 mil
aspirantes en 2012. Hay un riesgo grande de que las frustraciones de los
rechazados se mezclen con la decepción electoral. El coctel es peligroso.
Luis Carlos Ugalde nos mandó un correo electrónico. No está de
acuerdo en que hayamos adjudicado la pérdida de credibilidad del IFE a los
“errores de comunicación” —así los llamó el consejero Lorenzo Córdova— que se
cometieron en el 2006, al anunciar un empate técnico en las elecciones del
2006, sin dar los rangos de votación de los candidatos.
El otrora presidente consejero del IFE contrasta la posición
asumida por López Obrador después de las elecciones del domingo pasado con la
que sostuvo en el 2006. Hoy dice que es incorrecto que el IFE haya anunciado
tan rápido los resultados del conteo rápido. Lo contrario que hace seis años.
“Adjudicar a supuestos errores de comunicación la pérdida de
confianza del IFE es perder de vista que el oportunismo y deslealtad de algunos
candidatos y partidos, es la mayor vulnerabilidad de cualquier sistema
electoral”, destaca.
Han pasado seis años. Hay una nueva Ley Electoral. Otros
consejeros aprobados por los partidos. Pero la acusación al IFE, y los “cánticos” de voto por voto son semejantes a
los de aquel año.
“Ahora el IFE sí anunció ganador y dio rangos de votación la noche
de la elección y, sin embargo, el candidato de las izquierdas acusó que el
proceso electoral está plagado de irregularidades antes, durante y después de
la jornada”, recuerda.
Y nos pregunta: “¿Dirías que se trata nuevamente de un error de
comunicación del IFE? ¿O se tratará acaso de la actitud de uno de los
candidatos?”
Lo del “error de comunicación” se lo escuchamos a Lorenzo Córdova
el pasado domingo en la sesión del Consejo General del IFE. El joven consejero
electoral ha venido sosteniendo que el “gran problema” del IFE en 2006 fue
precisamente ese: la comunicación. Argumenta que al no dar oportunamente la
información de los resultados, se abonó a la confusión que se iba generando en
la sociedad en una elección donde la diferencia de votos entre los candidatos
fue mínima (0.56 por ciento).
El nombre de Jorge Carpizo McGregor, quien fue rector de la UNAM,
ombudsman, procurador, y secretario de Gobernación, será inscrito en letras de
oro en el Congreso de su natal Campeche. El reconocimiento es a iniciativa del
gobernador Fernando Ortega. Habrá un orador de lujo: el rector de la UNAM, José
Narro.
Luis Armando Melgar, senador electo por la Coalición PRI-Verde en
Chiapas, anda feliz. Ganó en los 12 distritos federales de la entidad y en casi
todos los municipios. Obtuvo un millón cuatro mil 35 votos. Agradece la
“oportunidad” que le dan los chiapanecos. Dice que la va a aprovechar. “A otros
ya se la dieron y simplemente se perdieron en el ejercicio del servicio
público”, puntualiza.
EXCÉLSIOR [Frentes
políticos]: (Pág. 27)
Redacción
I.
Una vez cumplida la exigencia de los partidos de izquierda, concluyó ayer el
nuevo cómputo. ¿El resultado? El mismo: Enrique Peña Nieto ganó las elecciones
del domingo pasado. Siete puntos de diferencia sobre su más cercano
contendiente lo avalan. Leonardo Valdés, consejero presidente del IFE, dijo que
no se puede desconocer el resultado. Hacerlo sería asumir una actitud ilegal:
“Yo vería como una actuación muy fuera del marco legal un desconocimiento de
esa naturaleza”. No hay que olvidar, precisó, que casi 50 millones, en
libertad, depositaron sus boletas en 143 mil casillas. A los partidarios de
AMLO: A México le urge un punto y aparte.
II.
Con todas sus letras. Enrique Peña Nieto lamentó en entrevista con la BBC Mundo
que Andrés Manuel López Obrador se niegue a aceptar los números del IFE. “Me
parece que no ha habido en la historia de México un proceso con estas
características y con estas condiciones”, dijo. El virtual presidente electo
agregó que el tabasqueño es un mal perdedor, que no ha sabido reconocer sus
derrotas en ninguno de los procesos electorales en los que ha participado.
“Cuando ganó la Jefatura de Gobierno del DF no hizo los mismos señalamientos.
Resultaría irónico que tengamos procesos limpios y transparentes cuando gana y
no cuando pierde”.
III.
¿Pacto con el crimen? Ni de chiste. El mensaje es claro, contundente. Aunque en
algunos círculos levantaron la ceja, Peña Nieto confirmó que el general
colombiano Óscar Naranjo, considerado el mejor policía del mundo, será uno de
sus asesores en materia de seguridad. En Estados Unidos respiran tranquilos.
Naranjo es un aliado de primerísimo orden: fue pieza fundamental en la alianza
que ambos países, EU-Colombia, libraron en el combate al crimen organizado, en
especial frente a los cárteles de Cali y de Medellín.
IV.
Josefina Vázquez Mota no se quiere ir de la contienda con las manos vacías. Ya
anunció su movimiento con sus electores; sigue declarando en contra de su
opositor del PRI-Verde y ahora habló de la necesidad de corregir los elementos
de inequidad que se presentaron en la contienda, a fin de generar condiciones
de plena competencia en futuros comicios. Llamó a concretar, en un periodo
extraordinario, las reformas laboral y política. En un mensaje de 12 minutos, a
unas horas del cierre de lo que fue su casa de campaña, la abanderada
presidencial del PAN argumentó que, si hay voluntad política, es hora de
mostrarla.
V.
Revés presidencial al poeta indignado. Felipe Calderón devolvió al Congreso la
Ley General de Víctimas, y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, es
decir, Javier Sicilia, lo acusó de darle un manejo electoral. “El veto es un
desprecio a las víctimas por parte del Ejecutivo, la forma en que no ha dejado
de tratar a las víctimas. Un hombre sin palabra no vale nada y el Presidente
está faltando a su compromiso, a su palabra”, dijo quien, otra vez, como tantas
otras, muestra su poco respeto, pues en su enojo hasta se da el lujo de
calificar a Calderón de traidor. ¿Se vale? Piénselo bien.
VI.
Sinaloa, donde vive el miedo. Imagine que un día cualquiera le llega el
siguiente texto: “Circula un mensaje en las redes sociales y vía telefónica en
el que se dice que se encontraron a varios policías federales embolsados y en el
supuesto lugar de los hechos había varias mantas intimidatorias, amenazando con
lanzar bombas en lugares públicos y en eventos masivos”. Imagine que eso
le llega a sus familiares y amigos en
Culiacán y que las autoridades le digan que es mentira y no hay motivo para el
pánico. O mejor, no lo imagine, viva en Sinaloa, donde gobierna Mario López
Valdez, un tal Malova.
EXCÉLSIOR [De
naturaleza política]: Imposición y debacle… (Pág. 28)
Enrique Aranda
A decir de quienes aseguran haberlo escuchado, más de una ocasión
en los últimos días, integrantes del primer nivel del gobierno federal que se
involucraron en el asunto, y de Acción Nacional, han externado una suerte de
mea culpa por la imposición, previo desplazamiento de panistas auténticos que
en su momento aspiraron a la nominación, de la fallida candidatura de la señora
Isabel Miranda de Wallace al Gobierno capitalino que explica, al menos en
parte, la catástrofe del blanquiazul en los pasados comicios en el Distrito
Federal y, también, a nivel nacional.
Se equivocaron, ni duda cabe, quienes desde la residencia oficial
de Los Pinos alentaron las aspiraciones de la activista social, al igual que
aquellos que en el ex Palacio de Cobián construyeron —y los liderazgos
partidistas nacionales y locales que lo aceptaron, obviamente— el acuerdo que,
hoy, tiene a Andrés Sánchez Miranda, sobrino de aquélla, a las puertas de la
Asamblea Legislativa capitalina y al blanquiazul prácticamente en la lona
(electoral), tras registrar la más baja votación de los 15 últimos años, para
la posición que nos ocupa.
Hablamos, para ponerlo en perspectiva, que mientras en 1997 el
extinto Carlos Castillo Peraza —con una votación de 602 mil 927 votos— fue
relegado a la tercera posición, atrás de Cuauhtémoc Cárdenas y Jesús Silva Herzog
en la primera elección por voto directo de un jefe de Gobierno del Distrito
Federal, en los comicios del pasado domingo, la señora Miranda de Wallace
consiguió, ¡15 años después!, apenas 648 mil 866 sufragios, contra los tres
millones 31 mil 160 conseguidos por Miguel A. Mancera.
Una cantidad, la reportada para los pasados comicios, que
contrasta con el millón 460 mil 931 de votos recibidos por Santiago Creel en
2000 o con el millón 301 mil 493 captado, seis años después, por el externo
Demetrio Sodi y que, sin duda, explica en buena parte los escasos 836 mil 26
votos recibidos por Josefina Vázquez Mota en la perredista capital de la
República, contra los 1.2 millones de Peña Nieto y los 2.5 millones de López
Obrador.
Este lunes, entonces, cuando el CEN blanquiazul realice el
necesario recuento de daños de la pasada elección, nada deberá impedir que los
integrantes del mismo evalúen el pobre aporte que al proceso como tal, y a su
candidata presidencial, tuvo la inexplicada imposición e, igualmente, la dirigencia
a tercios que, más allá del señor Juan Dueñas, se reparten la primísima Mariana
Gómez del Campo, el impresentable Jorge Romero y el subsecretario Obdulio Ávila
Mayo.
Veremos.
Asteriscos
* Se equivocan quienes piensan que el activismo de los jóvenes y
no tan jóvenes —atencos, sindicalistas de la extinta LyFC y los de Mexicana,
por ejemplo— del #YoSoy132 tenderá a declinar, como aseguran sus portavoces
que, por momentos, evidencian que poco en verdad saben de lo que realmente está
ocurriendo al interior del mismo. Al tiempo.
24 HORAS
[Trastienda]:
El
jefe de Gobierno Marcelo Ebrard ha tomado cartas en el asunto para evitar que
el linchamiento en contra de Andrés Manuel López Obrador en los medios
dificulte las largas conversaciones de líderes de la izquierda con el
tabasqueño para que se mantenga dentro de los márgenes de la ley. Ebrard ha
hablado con algunos dueños de medios y ha enviado a otros a hablar con
periodistas, para pedirles mesura y que les abran los espacios de negociación
política que necesitan con López Obrador, para serenarlo y que no tire por la
borda lo que logró el PRD, sobretodo, en el DF.
La
coordinación del PRI en el Senado, que se había entregado informalmente a
Cristina Díaz, se tambalea. Esta composición de fuerzas obligó a que en el
entorno de Enrique Peña Nieto se reconsideraran otros nombres de priistas que
tienen más experiencia. El nombre que casi de manera natural emerge como único
posible, si se mantiene el mismo análisis, es el de Emilio Gamboa, que ya fue
vicecoordinador en el Senado y coordinador en San Lázaro.
El
cómputo final de la elección del domingo sacó al gobernador Javier Duarte del
pozo de los mandatarios priistas apestados. La elección estuvo muy cerrada en
un principio, y el PAN, de la mano de Miguel Ángel Yunes, tuvo momentos al
alza. Duarte pudo, al final, entregar buenas cuentas: ganó Enrique Peña Nieto
en Veracruz, ganó el Senado, 15 de 21 diputados
y de los 212 municipios, dejó el PRI sólo cinco para el PAN y uno para
el PRD.
Dicen
en las más altas oficinas del PRI: el desprestigio de los ex gobernadores tuvo
fuerte impacto en las elecciones. Tamaulipas, el estado más priista, tuvo
pérdidas ante el PAN, gracias, dicen, a Tomás Yarrington y Eugenio Hernández;
Coahuila retrocedió también, cortesía de Humberto Moreira; Puebla y Oaxaca por
Mario Marín y Ulises Ruiz. Las acusaciones de corrupción y presuntos vínculos con el narcotráfico sí
tuvieron gran efecto, aunque el mayor beneficiado de ello fue Andrés Manuel López
Obrador.
24 HORAS [Eje central]
Impugnación depurada (II):
¿Podrá
la coalición de izquierda probar que las encuestas de cinco empresas y cinco
organizaciones periodísticas moldearon al electorado y produjeron una elección
ilegítima que dio como vencedor en la elección presidencial a Enrique Peña
Nieto? La impugnación electoral quiere demostrar que GEA-ISA-Milenio, Consulta
Mitofsky-Televisa, Parametría-Organización Editorial Mexicana,
Buendía&Laredo y Asociados-El Universal-Dallas Morning News, Ulises Beltrán
y Asociados-Excélsior, sirvieron como instrumentos de propaganda del PRI y
jugaron como primarias electorales que definen ganadores.
El
debate se desarrollará inevitablemente sobre aspectos subjetivos. La
impugnación se topará con que todas cumplieron con la ley: registraron ante el
IFE sus metodologías y presentaron las facturas de quién les pagó. Ahí se
empezarán a derrumbar acusaciones. Una,
por ejemplo, el desplegado del PRD la semana pasada donde sugirió que GEA-ISA
cobró 30 millones de pesos por el tracking poll que hizo para Milenio durante
90 días, que en realidad facturó el PRI como “estrategia de comunicación”.
Ricardo de la Peña, director de ISA, respondió que el ejercicio costó una sexta
parte y que, adicionalmente, ese mismo dio como vencedor contundente a Miguel
Mancera en el Distrito Federal. Tiene razón De la Peña, y eso lo puede
encontrar el PRD en el IFE.
Se
puede plantear que para demostrar el uso propagandístico de las mediciones de
GEA-ISA-Milenio, el equipo de Andrés Manuel López Obrador tendría que hurgar en
otro cajón: ¿De dónde sacó Milenio los cinco millones de pesos para sufragar
esas encuestas? Podría buscar publicidades trianguladas y vincular al
anunciante con el PRI y Peña Nieto, y relacionarla con el pago a GEA-ISA. El
ejercicio contable es probablemente, imposible de demostrar. Además, en el
mismo terreno de lo subjetivo, el dueño del Grupo Milenio, Francisco González,
tiene suficiente dinero para asimilar ese costo.
Otro
cajón donde podrían busca es cuántas de esas casas encuestadoras realizaron
trabajos colaterales para campañas del PRI, que también se puede documentar en
los órganos electorales. Lo que no
prueba automáticamente es que trabajara como vehículo de propaganda. Más aún,
entre las empresas que realizaron encuestas con mediciones dentro de los márgenes
de error, hay también quienes realizaron trabajos para el PRI. Es decir,
trabajar para uno o varios partidos no definen de manera determinante una filia
o una fobia. De hecho, las casas encuestadoras no tienen colores, sino
negocios.
La
pista del dinero puede no conducir a ningún lado. ¿Y la metodología?
Difícilmente se podrá cuestionar la técnica, a partir de la documentación que
presentaron en el IFE. Un argumento es lo que Francisco Abundis, de Parametría,
describió en 24 HORAS como la “sobrestimación” del PRI. Históricamente las
encuestas sobrestiman al PRI, y es una autocrítica en las empresas bajo
sospecha. Sin embargo, como apunta Abundis, tanto Reforma como Covarrubias y
Asociados, que dieron una diferencia entre López Obrador y Peña Nieto de un
dígito, también sobrestimaron al PRI. El campo es otro punto a revisar.
¿Hicieron un buen trabajo los encuestadores de las empresas? ¿Supervisaron bien
a sus encuestadores? ¿Utilizaron el mismo campo para sus estudios? En caso de
encontrar fallas en el campo, la responsabilidad es atribuible a las empresas,
pero tampoco probaría que fueron utilizadas como vehículos de propaganda.
La
impugnación a partir de las encuestas tiene un punto débil. Son cinco las que
dieron la ventaja de dos dígitos, pero hubo seis que dieron la diferencia por
un dígito: Demotecnia y Mercaei, que acertaron al resultado, Berumen,
Covarrubias y Asociados, Ipsos-Bimbsa y
Reforma. ¿De dónde se puede asir la acusación de alteración del electorado
si más de la mitad dijeron lo contrario de aquellas bajo sospecha? Nos
encontramos ante un escenario político, no judicial. Difícilmente alterará el
resultado electoral, pero sin duda alguna, modificará la relación futura de los
medios, las encuestas y el poder público.
EL UNIVERSAL [Doloroso
intento de veto a la Ley de Víctimas]: (Pág. 16)
Emilio
Álvarez Icaza L.
A
casi seis años de la administración de Felipe Calderón no existe un dato exacto
de mujeres, hombres, niñas, niños y jóvenes muertos y desaparecidos; no existe
un trato digno a quienes buscan a sus familiares y a la justicia frente a las
violaciones de los derechos humanos, la violencia y el delito; no existe un
fondo de apoyo para familias afectadas por “guerra contra el crimen
organizado”. Y con ello no existe, además, una política pública que asuma la
integralidad la reparación de daños, la verdad y la justicia para un número
indefinido de víctimas.
El
domingo primero de julio, a las 20:26 ya se sabían en la opinión pública las
tendencias de los resultados de las elecciones presidenciales y se empezaban
dar a conocer los resultados de las elecciones del Congreso, gubernaturas y
GDF, entre otras. En ese mismo momento llega a la Cámara de Senadores el
documento enviado por el Ejecutivo Federal con las observaciones a la Ley General
de Víctimas (LGV) con el cual se veta dicha Ley.
Es
claro que el Presidente puede ejercer sus facultades como considere, sin
embargo, lo más conveniente es que éstas sean ejercidas en tiempo y forma. Lo
hecho con la LGV deja ver un cálculo electoral y una actuación tardía, lo que
frente a la urgente necesidad de atender a miles de personas frente a las
cuales el Estado mexicano ha sido omiso en la defensa y protección de sus
derechos, por lo menos indigna.
Felipe
Calderón decidió no ejercer sus facultades para proponer una iniciativa en la
materia a pesar de que tuvo diferentes oportunidades para hacerlo. Por ejemplo:
como resultado de los trabajos con el Movimiento por la Paz con Justicia y
Dignidad; en la creación de Províctima (lo hizo por decreto); retomando
diversas propuestas como la del Inacipe o de la UNAM. En el marco de sus
facultades, el Ejecutivo no ejerció la de iniciativa legislativa pero sí veta
la ley.
Como
comunicó el MPJD: “sorprende e indigna aún más cuando la LGV fue aprobada por
unanimidad en ambas cámaras del Congreso de la Unión, incluidos los votos de
los legisladores del PAN”. Para más detalle consultar: movimientoporlapaz.mx
En
este caso el proceso fue el siguiente: la LGV, se remitió el 10 de mayo por los
secretarios de las mesas directivas de ambas cámaras a la Secretaría de
Gobernación. El Ejecutivo tuvo 30 días naturales para observar la ley,
cumplidos el 9 de junio. En caso de no observarla, tuvo 10 días naturales para
promulgar y publicar, cumplidos el 19 del mismo. Transcurrido este segundo
plazo, la ley o decreto se considera promulgado y el presidente de la Cámara de
origen ordenará dentro de los 10 días naturales siguientes su publicación, los
que se cumplieron el 29 de junio, por lo que el presidente de la Cámara de Senadores,
José González Morfín, así lo consideró y solicitó ese día al secretario de
Gobernación que girara “sus instrucciones… a fin de que se publique en el
Diario Oficial de la Federación el secreto por el que se expide la Ley General
de Víctimas…”
Paralelamente,
los hechos demuestran un procedimiento fuera del marco legal, donde el decreto
de la LGV fue objeto de un “secuestro” de 20 días liderado por el presidente de
la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Óscar Martín Arce Paniagua, y con
la participación de la Segob. Esta dependencia considera recibir el decreto el
primero de junio y por tanto es hasta la noche de ese día que se dan las
observaciones que pretenden el veto. Todo lo anterior contraviene el artículo
72 apartado B de la Constitución, que establece todo el procedimiento para
publicación de leyes y decretos.
Esta
lamentable actuación es un reflejo parcial de la actual administración: buscar
no correr riesgos electorales —auque las urnas definieron— y tampoco aceptar
que su “guerra” fracasó y causó severas consecuencias a nuestro país y que se
requiere una política de Estado para atender a la víctimas del delito y de
violaciones a derechos humanos.
Redacción
Tercera
vuelta
Andrés
Manuel López Obrador no tiene elementos para desconocer el resultado de la
elección.
Estira
la liga al máximo porque ya emprendió su muy personal campaña para ser
candidato presidencial de las izquierdas… en el 2018.
Su
lógica es impecable: ganó la candidatura 2012 porque logró esparcir la certeza
de que en el
2006
no perdió, sino que le hicieron trampa. Merecía, en consecuencia, una nueva
oportunidad.
Su
cinismo es transexenal. Ahora la tiene más difícil por dos razones. La primera es que hace seis años perdió por poco, casi nada. Ahora su desventaja son más de tres millones
de votos.
La
segunda razón es que Marcelo Ebrard está formado en la misma fila. No cederá la
candidatura por una encuesta, de ésas en las que nadie cree.
Hazaña
El
triunfo del PRI en la elección presidencial no ha recibido el reconocimiento
que merece.
Como
la ventaja final no fue tan amplia como las encuestas adelantaban, no se ha
reparado en la hazaña política protagonizada por Enrique Peña y su equipo. En
el 2006, el entonces candidato presidencial del PRI recibió poco más de 8
millones de votos. Un sexenio después, compitiendo desde la oposición, el
abanderado tricolor recibió cerca de 19 millones de votos.Tres millones de esos
votos los depositaron, por cierto, ciudadanos del Estado de México, entidad que
Peña gobernó y que le ratificó, en las urnas, su aprobación.
El
PRI pasó del abismo a la cumbre en un sexenio.
Patíbulo
Ajusticiar
a Fox puede aliviar la frustración de los panistas. Pero el atolondrado ex
mandatario es ajeno a la derrota del blanquiazul. Fox, por ejemplo, no tuvo
vela en la campaña interna del PAN. No generó agravios, no ordenó grabar las
llamadas telefónicas de Josefina.
Tampoco
acicateó a Cordero y sus golpeadores para darle con todo a Vázquez Mota.
No
se puede achacar a Fox el desastroso mitin del Estadio Azul, ni tampoco es
responsable de que a Josefina se le bajara la presión en un acto de
proselitismo. Fox no dio el célebre golpe de timón que condujo la nave panista
hacia los riscos. Tampoco, que se sepa, recomendó respaldar a los chicos
perredistas del 132. Y aunque puede pedir derechos de autor, tampoco fue suya
la frase del cuchi-cuchi.
Ivonne
La
gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, entregó buenas cuentas para su partido,
el PRI, en la jornada electoral del pasado domingo. Registró el mayor índice de
participación ciudadana; fue la entidad más rentable para Enrique Peña Nieto,
la segunda con menor votación para Andrés Manuel López Obrador y, también, la
segunda con el mejor desempeño de entre las que eligieron gobernador. El futuro
de Ortega es promisorio.
Revisión
obligada
La
llamada “veda electoral” tiene que revisarse. Es una tontería que las
dependencias federales bajen la cortina ¡tres meses! Los problemas del país
exigen solución inmediata, los funcionarios encargados de solucionarlos no pueden
encerrarse noventa días en sus oficinas. Ayer, el presidente Calderón se
congratuló de que, por fin, lo dejen volver a la chamba.
EL UNIVERSAL
[Desde el piso de remates]: Perdió Telmex amparo vs SCT (Pág. 4/Cartera)
Maricarmen
Cortés
Telmex perdió ayer un amparo
en contra de la decisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de
negarle el servicio de televisión restringida
La SCT, que encabeza Dionisio
Pérez-Jácome, se anotó ayer otro triunfo jurídico en el caso de TV Telmex, ya
que el Segundo Tribunal auxiliar falló en contra de Telmex, al señalar que sí
es constitucionalmente válido el oficio de la SCT que le negó la autorización
para reformar su título de concesión y permitirle ofrecer servicios de
televisión restringida.
Como ya le informamos, Telmex
tenía dos litigios para intentar obligar a la SCT a modificar su título de
concesión. Por un lado, estaba el juicio de amparo a la resolución de la SCT de
mayo pasado que se dirimía en el Segundo Tribunal auxiliar y que ayer perdió
Telmex en sentencia definitiva y, por el otro lado, el que se ventilaba en el
Séptimo Tribunal Colegiado con un recurso de inconformidad que presentó Telmex
porque no se reconoció la afirmativa ficta de la Cofetel.
Gerardo Sánchez Henkel,
director jurídico de la SCT, como le comentamos ayer, se movilizó y logró el
apoyo de CFC, Cofetel, Presidencia de la República, para que la PGR solicitara
que la SCJN atrajera el caso, ya que se afirmaba que habría un fallo favorable
a Telmex.
Aunque algunos abogados
sostienen que la SCJN deberá analizar el recurso de Telmex, otros sostienen que
lo interesante es que con el fallo de ayer se deja ya sin materia el recurso de
revisión ante la SCJN, porque el fallo del Segundo Tribunal reconoce que sí es
constitucionalmente válido el oficio de la SCT que niega el video a Telmex.
Hay algunos abogados que
sostienen que la SCJN deberá analizar el recurso de Telmex, pero en opinión de
otros es ya irrelevante que se reconozca o no la validez de la afirmativa ficta
porque la Cofetel no tiene autonomía plena y de acuerdo con la SCT, es a la que
corresponde autorizar los cambios en los títulos de concesión. Telmex no ha
cumplido con los requisitos para modificar su título de concesión.
Telmex podrá desde luego volver
a solicitar ante la SCT el cambio de su título de concesión, pero tendrá que
aceptar el Convenio Marco de Interconexión. Le reiteramos que la decisión que
tendrá que tomar Carlos Slim Helú es qué es más importante para Telmex: si
ofrecer video o aceptar un Convenio de Interconexión que —según sostiene la
empresa— es muy oneroso y favorece sólo a su competencia.
Cofetel pide más información
Entre las críticas que hizo
Telmex al Convenio Marco de Interconexión, en la consulta pública de la
Cofemer, está el impacto que tendrá esta medida regulatoria.
De acuerdo con Telmex tendría
que realizar una inversión superior a los mil 200 millones de pesos para
cumplir con el CMI. Al respecto, Gonzalo Martínez Pous, comisionado de la
Cofetel que estuvo al frente de la elaboración del CMI, señaló que sí es un
paso positivo el hecho de que Telmex participe en el proceso de consulta
pública.
Sin embargo, Martínez Pous
señala que la respuesta de Telmex es una descalificación a todo el Convenio. En
el caso concreto del impacto económico, explica que la Cofetel requiere más
información de parte de Telmex que permitan determinar realmente el costo de la
red y poder realizar ajustes al CMI.
Hay que recordar que uno de
los problemas, no sólo de la Cofetel sino de la CFC, es acceder a información
de las empresas al grado tal que el compromiso más importante de América Móvil
para que le perdonaran la multa por 11 mil 989 millones de pesos, fue aceptar
entregar la información que requiera la CFC.
Martínez Pous señala también
que la queja de Telmex sobre tarifas de interconexión no es válida porque el
CMI ni fija ni tiene como objetivo disminuir tarifas.
Crea Profeco
Grupo Técnico de Publicidad
Bernardo Altamirano, titular
de Profeco, propone la creación de un Grupo Técnico de Publicidad, que se
integrará por representantes de: Cofepris, Dirección de Radio y Televisión de
la Secretaría de Gobernación, Condusef, IMPI, Conar. Además, se invitará a
participar a dos representantes del sector privado y dos representantes de la sociedad
civil, expertos en autorregulación publicitaria.
La propuesta de este grupo se
debe a los buenos resultados que ha tenido el Consejo Consultivo de Consumo que
ha sido clave en temas importantes, como el nuevo esquema de verificación que
anunció hace unos días la Profeco.
El Grupo Técnico permitirá
también un buen aterrizaje de los nuevos lineamientos para combatir la
publicidad engañosa que fueron enviados el viernes pasado a la Cofemer, que
tendrá que emitir su dictamen final a más tardar el lunes próximo.
Entre las funciones que se
proponen para el Grupo Técnico de Publicidad está la evaluación de las medidas
adoptadas por la Profeco.
24 HORAS [Alhajero]:
Pobre Josefina
Martha
Anaya
Cuando
terminó el mensaje de Josefina Vázquez Mota, no pocos nos quedamos mirando unos
a otros. ¿Qué le pasa? nos preguntábamos. Distintas respuestas obsequiaban los
periodistas que la siguieron a lo largo de la campaña. Unas señalaban hacia el
coraje y la lucha interna en el PAN: “Quiere la presidencia del partido…!,
decían unos; otras a la compresión: “Pobre Josefina.., le sigue teniendo miedo
a (Felipe) Calderón”.
Doce
minutos duró la lectura de su texto. Apareció seria, sin sonrisa en el rostro,
30 minutos tarde. No respondió ninguna pregunta. Entró y salió sin cruzar
palabras siquiera con aquellos que la acompañaban en la plataforma: Roberto
Gil, Alberto Pérez Cuevas, Max Cortázar, Julio DiBella, Rogelio Gómez
Hermosillo, Alberto Athié, Gaby Cadena.
Las
incongruencias en su discurso saltaban a la vista. Sostenía que las
circunstancias de inequidad en torno a la elección -la compra del voto, la
coacción- fueron “determinantes” para el resultado. Acusaba que hubo
financiamiento extralegal. Exigía a las autoridades electorales “actuar en
consecuencia”. Parecía que ahora sí iba a luchar por los votos de sus
simpatizantes. Sin embargo, ella misma no diría ni una palabra sobre impugnar
la elección en la que contendió. Se jactaba incluso de haber reconocido
inmediatamente su derrota, lo cual -apuntaba- dejaba ver claramente “quiénes
son los demócratas”.
La
panista arremetía contra las encuestas, apuntaba el dedo flamígero contra
ellas, clasificaba su actuar dentro de la categoría de “acciones ilegales”, y
demandaba una sanción para ellas porque -afirmaba- “no basta con decir me
equivoqué, ustedes disculpen…”. Y sin embargo, no daba el paso siguiente.
Convocaba
a la ciudadanía a construir “un movimiento ciudadano a favor de esta
democracia”, y al mismo tiempo ofrecía su ayuda para “fortalecer el carácter
democrático” de Acción Nacional. Jugaba a dos bandas, aunque lo verdaderamente
importante ahorita para ella era el partido. En las últimas horas esa ha sido
la discusión con sus cercanos: evitar que los calderonistas se queden con el
partido, y ella misma juguetea con la idea de ser la próxima dirigente del
partido.
La
Josefina que apareció ayer ante los reporteros -lucía abrumada, sombría,
distante, extraña- era muy diferente a la que vimos en campaña en los últimos
días. Quizás por ello algunos periodistas simplemente expresaban: “Pobrecita…”.
DOBLE
GOLPE PARA MONREAL.- Quien anda festejando en serio es Rogelio Cerda, delegado
del PRI en Zacatecas. Y no sólo porque en esa entidad fue donde los tricolores
lograron la ventaja más amplia en votación para Enrique Peña Nieto sobre el
segundo lugar (27 puntos arriba de Andrés Manuel López Obrador), sino porque le
tundieron sabroso al monrealismo.
En
el mismísimo terruño de Ricardo Monreal, Fresnillo, los priistas ganaron dos a
uno, con Adolfo Bonilla, el enemigo histórico del ex gobernador zacatecano,
dejando en el camino a David Monreal, hermano del coordinador de la campaña de
AMLO.
ESTA
MAÑANA ME VI MÁS GUAPO.- Para ilustrar el ánimo reinante en las huestes del PRI
en estos días, Francisco Rojas nos contó esta anécdota: Cuando Miguel de la
Madrid ganó la Presidencia, uno de los que formarían parte de su gabinete
recibió una llamada de un amigo que le preguntó: ¿Cómo te sientes? Y éste le
contestó: Mira, esta mañana me vi al espejo y me vi un metro más alto y más
guapo.
“Pues
así estamos…”, confesaría entre risas el coordinador de los diputados del PRI
en la Cámara de Diputados.
GEMAS:
Regalito del gobernador de Coahuila, Rubén Moreira: “Ahorita ando medio
ocupado, porque tengo un problemilla con Los Zetas, con El Chapo y con el no sé
quién que andan ahí molestos conmigo, pero me siento a platicar con ustedes”.
REFORMA
[Jaque Mate]: “Recontados” (Pág. 12)
Sergio Sarmiento
El
recuento de ayer debería bastar para demostrar que no hubo irregularidades en
el conteo en casillas.
`Voto
por voto, casilla por casilla`. Andrés Manuel López Obrador
El
recuento de votos le salió contraproducente a Andrés Manuel López Obrador. El
resultado del cómputo distrital, aun después de haber abierto más del 54 por
ciento de las urnas y vuelto a contar los votos, es fundamentalmente el mismo
que arrojaron el PREP, los conteos rápidos y las encuestas de salida. Si acaso,
la ventaja de Enrique Peña Nieto se ha ampliado ligeramente.
Enrique
Peña Nieto ha obtenido en el cómputo distrital, que ha incluido el recuento de
los votos en 54 por ciento de las urnas, 38.25 por ciento de la votación,
contra 38.15 por ciento que tenía en el PREP. Andrés Manuel López Obrador
recibió en el nuevo conteo 31.43 por ciento contra el 31.51 por ciento del PREP
(con el 98.11 por ciento de las casillas computadas).
No
es ésta la primera vez que algo así ocurre. En el 2006 se abrieron y se
contaron nuevamente las boletas de 2,800 paquetes electorales. Pero la ventaja
que tenía Felipe Calderón sobre López Obrador se mantuvo básicamente igual.
Y
es que López Obrador se ha equivocado. El voto por voto no iba a ayudarle hoy,
como tampoco lo hizo con esos 2,800 paquetes de 2006. Si hubo algún tipo de
irregularidad en la elección de este 1o. de julio, ésta no tuvo lugar en las
casillas electorales. Los más de un millón de ciudadanos que participaron en la
elección como funcionarios de casilla, como representantes de los partidos o
como observadores electorales hicieron bien su trabajo, sobre todo si
consideramos la complejidad del sistema electoral mexicano.
En
el 2006 Andrés Manuel López Obrador exigió el recuento voto por voto, casilla
por casilla, porque sabía que la ley lo prohibía. La idea era que el rechazo se
convirtiera en un arma más para restar credibilidad al proceso electoral.
En
el 2012 la ley es mucho más flexible y por eso el IFE autorizó un recuento de
78 mil paquetes. Sin embargo, el sistema que establece que el conteo de los
votos lo deben hacer los ciudadanos y no funcionarios del IFE o representantes
de los partidos se desploma si se acepta un recuento de todos los sufragios.
Por eso el PRD ha insistido en que se abran los 143 mil paquetes electorales.
De
hecho, el PRI ha señalado que está dispuesto a un recuento del 100 por ciento
de los votos. Pero el PRD sabe que esto es algo que las autoridades electorales
no pueden aceptar.
El
argumento más sólido que sigue teniendo López Obrador para cuestionar la
legitimidad de la elección es la compra de votos. Alianza Cívica sostiene que
el otorgamiento de regalos o dinero a cambio de sufragios en estas elecciones
fue peor que nunca. Mucha gente cuenta casos de compra. Y la ley es muy clara:
está prohibido otorgar cualquier tipo de remuneración a cambio del voto. Si los
recursos provienen del erario, la gravedad del delito es todavía peor.
Pero
hay una razón muy importante que impide a López Obrador concentrar su esfuerzo
postelectoral en la compra de votos. La ley prevé sanciones económicas por esta
conducta, pero no la anulación de la elección. Y al candidato de la izquierda
poco le importa cualquier sanción económica al PRI si no se le entrega la
Presidencia de la República.
El
recuento de 54 por ciento de los paquetes electorales debería ser más que
suficiente para demostrar que no hubo irregularidades en el trabajo que los
ciudadanos que trabajaron gratuitamente en las casillas hicieron este pasado
1o. de julio. Pero esto obligará a López Obrador a buscar otras causales para
la anulación. La simple compra de voto, por muy extensa que haya sido, no le da
el deseado objetivo de la anulación.
MANCERA
VS AMLO
Hubo
alguien que pudo derrotar a López Obrador en el Distrito Federal. Fue Miguel
Ángel Mancara, que en la elección para jefe de gobierno registró 3 millones de
votos contra 2.4 millones de Andrés Manuel. Seiscientos mil sufragios de
diferencia son muchos en una elección de 4.5 millones de votantes. Es verdad
que los dos fueron candidatos de la misma alianza, pero Mancera parecería ser
la estrella ascendente de la izquierda
MILENIO [El
asalto a la razón]: Sañosa venganza de "los amorosos" (Pág. PP)
Carlos Marín
Se dice que el PRI, vía CTM,
coaccionó a votantes con tarjetas “prepagadas” de Soriana.
Esa empresa firmó hace dos
años un convenio con la central obrera, pero para tarjetas de descuento (no se
venden) en consultas y productos de farmacia, en las que se acumulan puntos
para comprar otras mercancías.
Ah, ¿sí?, pues ¡chíngale!:
los delegados lopezobradoristas en el DF ordenaron inspeccionar las tiendas de
Soriana y dos de Iztapalapa (emblemático caso Juanito) fueron clausuradas ipso
facto.
Más allá de la sucia
represalia política o del riesgo de pérdida de modestos empleos contra una
firma comercial, dese por cierto que Soriana hizo el gran negocio con el PRI.
Y qué: ¿clausurarán también
las plantas de Coca Cola o los changarros de donde salieron refrescos, tortas y
tacos para las decenas de miles de acarreados a los mítines de ¡todos! los
partidos?
¿No acaso con el regalo de un
simple lápiz o llavero con propaganda electoral se quiere ¡siempre! coaccionar
o motivar el voto?
¿Cierre a las impresoras de
propaganda electoral o fábricas de gorras, playeras, termos y silbatos…?
MILENIO
[Trascendió]: (Pág.2)
Redacción
Que el departamento legal del
Corporativo Soriana presentará en los próximos días una demanda contra Ricardo
Monreal.
La razón: el coordinador de
la campaña de Andrés Manuel López Obrador ha difundido la versión de que
Soriana regaló masivamente monederos electrónicos para orientar el voto a favor
de Enrique Peña Nieto.
Corporativo Soriana niega
categóricamente esa versión y procederá la próxima semana contra el zacatecano.
Que sorprende que, seis años
después, se intenten revivir especulaciones y abiertas falsedades contra el ex
rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente, como esa de que no dio la cara ante
los problemas que enfrentó la máxima casa de estudios en 2006, incluidos
aquellos relacionados con los múltiples análisis que diversos académicos
hicieron sobre el PREP.
Tampoco es cierta la versión
de que De la Fuente se promovió como presidente de un eventual gobierno
interino, posibilidad que siempre rechazó en público.
Lo que parece haber, más
bien, es una campaña contra personajes que no han dudado en fijar con claridad
su posición política.
Que para arrancar con fuerza
su proyecto ciudadano, la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez
Mota, se tomará unas vacaciones con su familia esta misma semana.
Aunque el destino de su viaje
no fue revelado, lo cierto es que serán por lo menos 15 días los que la panista
desaparecerá de la escena política.
Que a propósito de candidatos
presidenciales, el abanderado del Panal, Gabriel Quadri, ya no esperó el
recuento de los votos y poco a poco regresa a su vida normal.
Este lunes se despidió de los
guardias del Estado Mayor que por tres meses lo cuidaron y ayer jueves hizo lo
mismo con la prensa que lo acompañó en el proceso electoral. La próxima semana
se volverá a ocupar de su empresa.
Que mientras Andrés Manuel
López Obrador camina en la ruta de la impugnación de la elección presidencial,
en el PRD comenzaron a repartirse los cargos obtenidos en el Congreso.
Los Chuchos, por ejemplo, ya
presumen que se quedarán con la coordinación en la Asamblea Legislativa y
pelearán por la de la Cámara de Diputados.
Las apuestas de los
adversarios internos de esa corriente es a ver quién es el primer chucho en
salir a reconocer a Peña Nieto.
MILENIO [La
historia en breve]: “Una disculpa para Covarrubias y Asociados” (Pág.3)
Ciro Gómez Leyva
El martes recibí un correo de
Ana Cristina Covarrubias. Decía que le “gustaría que extendiera mi disculpa”
(que ofrecí el lunes en la noche por la fallida encuesta de seguimiento diario
MILENIO GEA/ISA) a la encuestadora Covarrubias y Asociados, “a la que atacaste
arteramente”.
Intercambiamos correos y me
precisó la fecha y el medio. Fue un comentario mío, en Radio Fórmula, el 21 de
mayo, sobre una encuesta publicada por ellos ese día. Ana Cristina tenía razón.
Primero, porque dije que Covarrubias era la encuestadora de la campaña 2012 de
Andrés Manuel López Obrador, cuando lo cierto es que ya no lo era y yo debería
estar enterado.
Segundo, porque, en efecto,
comenté que sus números eran “falsos y muy poco creíbles”, formaban parte de
“la propaganda” y “calculaban a favor de su candidato”.
En el correo de solicitud de
disculpa del martes, Ana Cristina expresaba además: “El tiempo pone las cosas
en su lugar y Covarrubias ha demostrado, una vez más, que sus estimaciones son
correctas y que es una casa que se distingue por su ética profesional. Desde
hace 30 años he sostenido que el verdadero investigador está casado con la verdad
y en consecuencia que se deben presentar tal cual, sin componendas, los números
que salen de sus ejercicios muestrales, aunque dichos números gusten o no”.
Me disculpé ayer por la tarde
en Radio Fórmula, me disculpo aquí también para dejar registro escrito. No sé
si sea suficiente, ya que eso no me toca determinarlo, pero es una disculpa
sincera para Covarrubias y Asociados, el Sendero del Peje, que difundió dicha
encuesta, y muy en especial a Ana Cristina.
Lo lamento.
MILENIO [En
privado]: “AMLO: el factor Beatriz” (Pág. 3)
Joaquín López Dóriga
La única
constante es la variable. Florestán
Han corrido cinco días desde
las elecciones y afortunadamente no se ha cumplido lo previsto en los peores
escenarios.
Se comentó que el domingo
grupos afines a Andrés Manuel López Obrador sitiarían las casillas para
intimidar a votantes y autoridades electorales, sus representantes retrasarían
el conteo de las boletas en donde no fuera ganando para demorar la información
al PREP e impedirían el traslado de los paquetes a los comités distritales,
donde repetirían la operación de acoso y tortuguismo.
Pues resulta que ni sitiaron
las casillas, ni intimidaron a votantes ni a autoridades de casilla, ni sus
representantes retrasaron el conteo donde no fuera ganando, ni retrasaron el
flujo de información al PREP, ni impidieron el traslado de los paquetes
electorales a los comités distritales, donde tampoco repitieron la operación de
acoso y tortuguismo.
También se aseguró que la
misma noche del domingo convocaría a un mitin en el Zócalo para desconocer
proceso y resultado e iniciar un gran movimiento de resistencia civil. Los hubo
que aseguraron que veríamos una reedición del bloqueo de Reforma, y no: ni
encabezó un mitin en el Zócalo, donde el templete quedó vacío y la plaza
solitaria y apagada, y aunque rechazó el resultado del PREP, no llamó a la
resistencia civil y menos al bloqueo de Reforma.
Desde sus casi 16 millones de
votos, tuvo más que en 2006, desconoció, sí, el resultado, que rechazó; dijo
que las elecciones fueron una vergüenza nacional, que le robaron el triunfo y
que sin los votos comprados con el dinero a raudales, era el ganador. Pidió el
voto por voto de todas las casillas, de las que el IFE le concedió la mitad, y
hasta la declaración de anoche, se mantuvo en el terreno de las vías legales
desde las que, dijo, impugnará todo el proceso.
Esa es la gran diferencia
entre este López Obrador en 2012 y el de 2006.
Y en esto un factor esencial
ha sido una mujer sensible, inteligente y muy presente: Beatriz Gutiérrez
Muller, su esposa.
RETALES
1. MOLESTIA. Enojo en el PAN por los resultados en el Distrito
Federal, donde no pudieron construir un candidato en seis años, pero su
dirigencia aseguró su futuro: Mariana Gómez del Campo al Senado y Jorge Romero,
jefe delegacional en Benito Juárez,
2. FUERA. La decisión sobre el futuro de Vicente Fox está tomada:
será expulsado. Un asistente a la reunión en Los Pinos me comentó: De que lo
expulsaremos, lo expulsaremos, que no te quede la menor duda. El punto es no
victimizarlo, y
3. RECUPERE. Margarita Zavala se recupera de la recaída que la llevó
a una nueva intervención por el desgarre de retina del ojo derecho. El reposo
absoluto es por lo menos hasta el domingo.
Nos vemos el martes, pero en
privado
LA RAZÓN [Marcaje
personal]La trampa para #YoSoy132:
Julián
Andrade
Unas
de las víctimas colaterales de la pasada elección serán los jóvenes del
movimiento #YoSoy132. Y esto ocurrirá porque están en proceso de radicalización
a partir de información poco sólida.
Sin
duda una buena franja de los universitarios, agrupados en esa “organización”,
cree de modo genuino que la jornada electoral del domingo consumó “la
imposición” de un candidato.
El
recuento y las impugnaciones al proceso están en marcha y el sistema electoral
cuenta con las herramientas para procesar las inconformidades.
En
unas semanas se tendrá un análisis acabado de lo que ocurrió el pasado domingo
y el 1 de diciembre habrá presidente electo.
Cada
paso en este proceso es vigilado por ciudadanos y partidos. Es a los sectores
más progresistas a los que corresponde el crédito de que contemos con
instituciones sólidas y que los votos se cuenten y cuenten.
La
izquierda jugó un papel relevante en la tarea de construir un entramado sólido
de protección del voto y lo hizo a partir de la certeza de que el camino del
poder tenía que pasar por las urnas.
Por
eso es paradójico que el movimiento #YoSoy132 sea seducido por la idea de un
fraude generalizado y esté transitando hacia posiciones contestatarias con las
que terminará por perder la frescura con la que irrumpió en una elección que
parecía decidida de antemano.
Atacar
al IFE y al Tribunal Electoral es colocarse, de algún modo, del lado de quienes
pensaban, en el pasado, que las urnas sólo eran un trámite tedioso ante una
decisión tomada de antemano y en la más alta esfera del poder.
Vulnerar
nuestra democracia es bastante reaccionario, aunque semejante estrategia se
disfrace de otra cosa.
Esa
cultura presidencialista es la que distorsiona buena parte de las discusiones y
suele llevar a conclusiones erróneas.
Por
eso la disyuntiva para los jóvenes de #YoSoy132 radica en aspirar a ser parte
de la construcción de una propuesta que perfeccione la relación de la sociedad
con el poder, con cualquier poder legítimo, o colocarse del lado de quienes no
tienen un claro compromiso con la democracia y sus reglas.
Algo
similar tendrá que hacer la izquierda mexicana una vez que el Tribunal
Electoral concluya, en definitiva, quién será el próximo presidente de México.
Los
datos están a la vista y en diciembre rendirá protesta Enrique Peña Nieto y lo
hará porque ganó en las urnas, y no por la existencia de mecanismos perversos.
El
riesgo de enfrascarse, de nueva cuenta, en un peregrinar de agravios a lo largo
de todo el país puede ser una muy mala idea y una repetición de un error que
quizá les costó la presidencia en 2012.
Para
los estudiantes de #Yo Soy132 es transitar por un ambiente envenenado y por
decantarse antes inclusive de haber iniciado su experiencia social.
Eso
es lo más triste que puede ocurrir, porque se requiere de una juventud pujante
y cuestionadora, pero a la vez informada y capaz de analizar el contexto político
en el que se desenvuelve.
LA RAZÓN [La feria] La
elección y las redes sociales:
Salvador
Camarena
Imágenes
que han circulado en las redes y en medios de comunicación en los últimos días
nos han descubierto algo muy desagradable. Algunas fotografías, y sobre todo
algunos videos, inoculan legítimas dudas sobre la calidad de las elecciones, la
presidencial pero no sólo ésa, del domingo pasado.
Se
trata de probables indicios sobre operaciones de compra de votos que viajan en
las redes a una velocidad que supera por mucho la capacidad de los medios de
comunicación para cubrir, abarcar, procesar y publicar, con mínimos estándares
periodísticos, con la prontitud que las audiencias hoy demandan. Si a eso
sumamos que, con razón o sin ella, la imparcialidad de parte de la prensa ha
sido puesta en entredicho, se tiene la receta perfecta de una singular torre de
Babel en pleno siglo XXI: todos ven, todos gritan, casi nadie escucha, todos
sacan conclusiones y quién sabe si alguien entienda algo.
No
se puede confundir la parte con el todo. Un video de un operativo de compra de
votos no hace ilegítimo a quien tiene la ventaja en la votación. Pero tampoco
se puede pasar por alto el hecho de que esa “parte” podría ser el indicio de
algo mayor, mucho mayor incluso. Defender la calidad de la elección solo por la
diferencia entre el ganador y el segundo lugar es miope. Como miope es desdeñar
los indicios calificándolos como incidentes aislados o insuficientes.
Procedamos mejor a buscar la real dimensión de lo que circula en las redes
antes de concluir si en verdad son insignificantes o significativos. Esto
último requiere tiempo, periodistas, recursos, instituciones con voluntad de
indagar. Al PRI le urge que deje de ser tema. A AMLO no le corre la prisa, y
menos con los larguísimos tiempos de nuestra calificación electoral.
El
otro día me tocó atestiguar un choque de esos que llaman “lamineros”. Un
alcance menor. Antes de que ninguno de los conductores hubiera pronunciado
palabra, la señora que acompañaba a uno de los conductores se bajó a grabar con
su celular al conductor del otro. Qué buena cosa que tantos puedan ahora
registrar lo que les pasa. ¿Pero ese video iba a ser usado para probar que no
tuvieron la culpa del percance o para inculpar indebidamente al otro vehículo?
El video no probará nada sin otros elementos: testigos, peritajes,
investigación. Para dirimir quién realmente causó el accidente será fundamental
la participación de un tercero, de un medio o de un juez.
“Ver”
algo verosímil no necesariamente nos acerca a algo verídico. Eso parece
estarnos ocurriendo con Internet. En la red hemos podido ver a “operadores
electorales”, a “repartidores de despensas”, a “acarreados” “cobrando” su voto.
Se generará gran frustración cuando los medios de comunicación y las
autoridades seamos incapaces de desahogar nuestra revisión de esas “pruebas”,
incapaces de distinguir en medio de todo ese mar qué de lo que vimos vale algo,
y qué es sólo una ínfima parte de la basura que circula en red.
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