Calderón y Josefina: Entre quiebra y quiebre
Los del círculo íntimo de Josefina
Vázquez Mota han encendido los focos rojos para alertar a empresarios de que la
campaña azul va en picada.
Miércoles 30 de mayo
de 2012
Algunos prominentes hombres de
empresa están alarmados por lo que sucede con la campaña de Josefina Vázquez
Mota.
Los del círculo íntimo de la
candidata presidencial del PAN les encendieron los focos rojos para alertarlos de que la campaña azul va
en picada.
Dicen los josefinistas que no hay dinero para operar ni lo
indispensable, mucho menos para remontar el adverso marcador que la coloca,
en el mejor de los casos, en un empate con López Obrador en el segundo lugar.
En otras, ya va en tercer lugar.
Peor aún, los hombres cercanos a la
panista están vendiendo la idea a los hombres de negocios de que se está
abriendo un abismo entre el presidente azul y la candidata azul.
Si la información es confiable –y
por las fuentes no lo dudamos–, el hecho tiene tres lecturas posibles.
LA FINANCIERA.
Los dineros no están
fluyendo como se esperaban a la campaña de Vázquez Mota, y ya se
comisionó a alguien para que pasara la charola. Falló el “amigos de Josefina”.
Pero como en estos momentos no se le
ve como caballo ganador, es difícil conseguir apuestas a su favor. Apenas las
de los íntimos muy íntimos. Y como un favor.
Frente
a la brutal realidad de la sequía de las chequeras de los hombres del dinero,
lo único recomendable es pintar una película de terror.
Colocar a la candidata panista como
una sufrida víctima de las intrigas de Los Pinos y mostrar que López Obrador
está creciendo para que sean los hombres de empresa los que acudan en su
auxilio como mecenas. Mario Laborín sabe de qué hablamos. La campaña está en
quiebra.
LA POLÍTICA. La
segunda lectura es más dramática. Hay un quiebre entre Felipe Calderón y Josefina Vázquez Mota.
Los operadores que se importaron
desde Los Pinos para reforzar la campaña azul no están dando los resultados
esperados. Y al final del día, no hay repunte, hay retrocesos y sobran los
resbalones.
De acuerdo a esta lectura, se
advierte que la conseja para la candidata azul es que se deslinde del gobierno.
Que será difícil remontar el marcador adverso con el lastre de la inseguridad y
los 60 mil muertos a cuestas que heredaría de Calderón.
Y
que es por ello que los hombres del dinero están condicionando sus apoyos a que
se haga efectivo –real o ficticio– el quiebre con Calderón. Para que Vázquez
Mota pueda tejer a contracorriente y que el 10 de junio dé un discurso más
fresco frente a sus rivales.
Que la mejor prueba de que quienes
le aconsejan esto tienen razón es que es la primera vez en el México moderno
que el candidato del partido en el poder va en tercer sitio.
EL PACTO FINAL. Sin
salirse del entorno político, hay quienes dicen que la quiebra es producto del
quiebre. Que viene desde Los Pinos bajo la tesis de que no hay que ponerle
dinero bueno al malo.
Para ellos, la candidatura de
Josefina se quedó en eso. En una candidatura de buenas intenciones, diferente
pero deficiente. Y como los días se acercan, lo mejor es sentarse a la mesa a
pactar con quienes hasta ahora se presentan como sus rivales.
Si
en el círculo íntimo de Felipe Calderón se están sentando con Peña Nieto o con
López Obrador, es lo de menos. Si Ernesto Cordero se entiende bien con Luis
Videgaray o si ya se están tendiendo puentes con López Obrador, también es lo
de menos.
El hecho es que en Los Pinos el
idealismo se habría vuelto pragmatismo. Lo que vale hoy es la seguridad de lo
que pase a partir del primero de diciembre. Nada más.
Por eso, en los próximos días hay
que ponerle lupa a la campaña de Josefina. Para ver cuál de las tesis triunfó.
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