En un principio me pareció interesante la nueva pestaña que se añadía en el microblog. Luego, comencé a notar un parecido muy cercano a FB. Si existe algo en lo que se distingue TW de FB, es que el primero tiene gran celeridad en sus post y es un tanto menos social. Es decir, la mayor parte de la gente comparte información, que genera crítica y no chisme. Lo anterior no es regla, existen personas que lo utilizan como si fuera chat.
Si uno quería enterarse de lo que hacían los demás tenía que ir rastreando la lógica de sus tuits, lo cual resultaba tardado. Era esto, lo que le daba el toque mágico, sólo tomabas la información, la comentabas y muy probablemente sugerías otra postura. Ahora, con la nueva pestaña, el sistema te informa lo que las personas a las que sigues han hecho durante el día. Lo que provoca que TW se convierta en una versión simplificada de FB. A muchos no les importa esto, de hecho les ha gustado. A otros, como yo sí, y por el momento he decidido abandonarlo.
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