Siempre se pueden ver las películas de dos
maneras posibles, pasiva o activamente. La primera sugiere no generar debate
tras la exposición de la cinta. La segunda en cambio, permite la discusión con
una o varias personas, sin importar la profundidad del análisis.
Durante el fin de
semana pude ver “Pastorela”, una de esas películas que se empeñan en ser
ridículas, absurdas y bobas, y sin embargo, están bien hechas. Es un filme que
se puede observar bajo dos aristas: la comedia o la sátira. Uno puede encontrar
en los personajes, los nombres de actores políticos de la realidad actual. Por
lo que es inevitable negar que la mente
que concibió la historia, tuvo toda la intención de criticar y poner en
excesiva evidencia la calidad y las virtudes de los mexicanos y sus
instituciones.
¿Quién es Jesús?,
pues a mi ya no me quedó claro, pero quítense que ahí les va el Diablo.
TIMBRE: ¿Qué tan ético es que los columnistas cambien de periódico?
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