lunes, 4 de junio de 2012

EL PESO

Me negué a darle un peso al niño que en principio me intentó vender un lápiz. Siempre ronda afuera de los cines y lleva un producto nuevo. Apenas junta 5 pesos y corre a la máquina de Guitar Hero. Me negué, al parecer no le hizo mucha gracia mi cortante respuesta. Se agachó para recoger un bote y lo agitó mientras presumía, "pesos me sobran". Me dieron unas ganas enormes de darle un manotazo a sus pesos y rebatirle: Si te sobran pesos para que pides. Sin embargo, el acto no hubiera sido ni gracioso, ni correcto, ni equitativo.

No hay comentarios: