domingo, 20 de febrero de 2011

Vale misa...


ES NOTABLE LA POPULARIDAD QUE EL CASO DE LA FRANCESA HA ALCANZADO. Y es que el pueblo mexicano a través del inquisitivo bombardeo mediático, no ha hecho otra cosa que unirse a la causa prejuiciosa de querer cortar una cabeza. El asunto es más a fondo le comentaba a Didy por el Facebook. Cassez fue encontrada culpable, la prueba del montaje no fue considerada por los tribunales, pero ello no significa que sus derechos no hayan sido violentados. Lo anterior fue utilizado por la defensa de Florence para pedir que se otorgara su libertad, cosa que fue negada y bien vista en México, mas en Francia, cuna de los derechos humanos resultó un revés doble. La postura de ambas naciones se puede sintetizar de la siguiente manera: México, Cassez significa que el castigo contra secuestradores es ejemplar; Francia, Cassez es víctima de un gobierno que no respeta sus leyes ni los acuerdos en los que participa. 

Con base en el tratado de Estrasburgo, Francia hizo la petición para llevarse a Florence y que ésta cumpla su pena en su país, pues bien México no lo quiso. Lo anterior aunado con la presión particular de la Señora Miranda de Wallace. Quien al parecer no ha reparado que cuando capturaron a Jacobo Tagle Doblin, asesino de su hijo, ella pidió frente a los medios que se le levantara la camisa para mostrar que no había sido golpeado y que posteriormente durante su juicio, utilizara este argumento para salir libre. ¿Debemos entonces juzgar a capricho o por presión? ¿Debe quedar en libertad Florence? A todas luces podemos inferir que el sistema falló y le da ventaja total a la francesa, sólo queda aceptar lo que es obvio y aprender de los errores.

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