Olvidemos que Aristegui es periodista, olvidemos también que es una de las mejores que hay en el país. Su despido es simplemente indignante.
El asunto de que sale del aire cobra mayor fuerza hoy lunes, al esperar su conducción en el 102.5 de fm. Las acciones emprendidas por la radiodifusora parecieran tomadas del libro “1984” y es que al querer buscar su nombre en el portal simplemente desapareció, “la evaporaron”. Su despido se suma a la injusticia también sufrida por Gutiérrez Vivó. Como periodistas debemos entender que nuestro lugar en los medios está siendo empujado hacia las nuevas tecnologías y es ahí donde por algún tiempo podremos evitar este tipo de censuras, que parten solamente del interés económico.
Por último concluyo que no es el conocimiento el que da poder sino la ignorancia la que lo preserva....
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